La Batalla de Junín, librada el 6 de agosto de 1824, fue un enfrentamiento crucial en la lucha por la independencia de Perú y América del Sur. Tuvo lugar en la Pampa de Junín, en la región central de Perú, y enfrentó a las fuerzas patriotas lideradas por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre contra el ejército realista español comandado por el General José de Canterac.
A principios de 1824, la independencia de Colombia y Venezuela ya había sido asegurada, pero Perú seguía siendo un bastión realista. El Libertador Simón Bolívar, aprovechando la división de las fuerzas españolas, decidió atacar; reunió un ejército de aproximadamente 9 mil soldados, compuesto por tropas de Perú, Colombia, Chile y Argentina.
Carne destacar que durante los actos conmemorativos al Bicentenario de esta gesta, la vicepresidenta Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, resaltó la grandeza y valentía del ejército patriota para consagrar la victoria, «el pueblo venezolano, sus llaneros, cruzaron fronteras, este ejército libertador para llevar libertad a otros países, con un mensaje muy claro de lo que significa la unión de nuestros pueblos, de lo que significa ser libres, de lo que significa el orgullo de sentirnos suramericanos, latinoamericanos, independientes».
Este triunfo no solo consolidó la independencia del Perú, sino que también fue un paso fundamental hacia la liberación de toda América del Sur del dominio español, «con ese orgullo hemos crecido los venezolanos y las venezolanas. Bolívar siempre tuvo un mensaje a la humanidad», enfatizó Rodríguez desde el Panteón Nacional, recordando la valentía y el sacrificio de los combatientes patriotas en Junín como un símbolo de la lucha por la libertad y la justicia.